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Un día comúnRevista Umělec 2005/301.03.2005 Natalia Filonenko | Temas: Ucrania | en cs de es |
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A Maxím Mamsikov le interesa la vida cotidiana en las oficinas, a Vasily Tsagolov la realidad diaria del mundo criminal y a Vladimir Kozhukhar el ambiente de los hipermercados. El hecho que estos artistas se hayan decidido por un medio tan lento como es la pintura o la escultura, parece la antítesis del ritmo de la contemporaneidad y casi una contradicción con su objeto de estudio: la vida cotidiana en la ciudad.
El proceso de creación de una pintura o escultura al correr de los años no ha cambiado radicalmente; sigue siendo un trabajo manual, el cual no se puede acelerar por medio de nuevas tecnologías, a no ser en su fase de preparación, en la cual en lugar de un cuaderno para bosquejear, se utiliza una cámara digital y Photoshop. Estos artistas, sin embargo, se esfuerzan por establecer un contacto entre un medio para ellos natural y los principios de creación del comics, la publicidad y el pop art. Se resisten a las formas contemporáneas de documentación artística y en su lugar vuelven su atención a formas tradicionales de representación de escenas de la vida cotidiana. El género, sin embargo, no garantiza su autenticidad. El nuevo ciclo de pinturas de Vasily Tsagolov, Bala perdida, no es una crónica criminal, así como Tecnomercados de Kozhukhar o la instalación escultórica Downtown de Mamsikov, tampoco reflejan una realidad urbana desfigurada. Estos proyectos imitan investigaciones sociales y las piezas en sí, imitan estudios sobre la vida. Bala perdida El crimen y la violencia están presentes desde hace ya bastante tiempo en los trabajos de Vasily Tsagolov (Horrores blandos de 1994; Pelea de bandidos, una instalación del año 2000; Rehén del año 2001). En su último ciclo, se aleja de las áreas de lo estético. En comparación con sus anteriores trabajos, este último se acerca mucho a relatos verídicos, documentales. Nos presenta sus pinturas como documentos de acontecimientos inventados entre los cuales no hay ninguna conexión. Desea el máximo efecto visual, lo que requiere que la anécdota esté repleta de acción, y para eso utiliza un dibujo que se asemeja al bosquejo. Vasily Tsagolov afirma que el estilo del documental a menudo no tiene efecto porque le falta dirección artística: los cadáveres no aparecen en la posición correcta frente a la cámara de los periodistas, la sangre y las heridas no están ubicadas en su lugar y las detenciones de los criminales no son lo suficientemente espectaculares. Cuando Tsagolov filma o fotografía, siempre lo hace basado en un arreglo escénico. Su prioridad es la creación de una “hermosa toma”. La efectividad de la toma es producto de las grandes exigencias del artista en relación a su estrategia de trabajo y en la elección de los protagonistas. Tsagolov trabaja con estereotipos de bandidos tan definidos, que éstos no pueden evitar repetir roles rituales en el “espectaculo de violencia”, tanto ante sus víctimas como ante los “suyos”. En el ciclo Bala perdida (2004) aparecen héroes haciendo el mal. Sin embargo, en este caso debemos entender el mal condicionalmente. Es el precio que pide el género de los filmes de acción, el cual es inimaginable sin tiros, sangre y obviamente el “malo”: el criminal. Este héroe es eterno y actual. Se ha convertido en la estrella, aunque sus acciones en contra de las normas de la sociedad se presenten como rarezas teatrales que inmediatamente son transmitidas en todos los programas de televisión. La figura mítica del transgresor del orden establecido inquieta a la sociedad, pero es obvio que sus buenos ciudadanos necesitan del temerario y cruel antihéroe, y éste no debería defraudarlos. Grandes compras Vladimír Kozhukhar se mueve en el género de la pintura figurativa. Sus primeros ciclos evocan los cómics, seriales familiares de la cínica era visual. El artista se remonta a primera vista a cosas banales, pero en su intento premeditado de confundir al espectador, nos envuelve en un contexto incierto, dejándonos bajo una fuerte tensión psicológica. De todos modos en los últimos tiempos los conflictos se han suavisado, la tensión ha disminuido y su modo de ejecución es mas fría. Parece como si el autor no quisiera aplicar la fuerza para engañar al espectador. Su posición se ha vuelto más serena y distante; sus últimos trabajos carecen de un aspecto didáctico. Su última serie, Tecnomercado (2004) no contiene energía en conflicto ni preguntas insolubles. Refleja las emociones de un hombre perdido en un hipermercado de electrodomésticos, que paulatinamente pasa de la confusión a una fría perplejidad. El receptor se vuelve entonces testigo de su propio merodeo por los infinitos laberintos de la técnica en el mundo moderno. Cuando mira las aglomeraciones de objetos, que reflejan cierto modo de organización de la vida, el artista busca en ellos cierto orden. No afirma nada. Simplemente nos invita a probar independientemente un juego minimalista, conformado por repetidos electrodomésticos con forma de prismas (televisores, lavadoras, heladeras, etc). Su imaginación produce arreglos capaces de justificar cualquier combinación disparatada, enormes acumulaciones de objetos en un mismo salón. La acción de los sujetos que vemos allí ya no parece tan absurda, sólo carente de certeza y concreción. La mayoría de ellos llevan vestimentas llamativas, son los últimos visitantes del paraíso consumista, mostrándose como contrapeso a la pesadilla del orden donde para todo existen indicaciones de uso. La nieve y la Revolución Naranja Maksim Mamsikov es un pintor de ánimos. Sus pinturas tratan diferentes temas, sus bastidores nunca son del mismo tamaño y su paleta es muy variada. Desde fines de los años noventa atraen su atención temáticas casuales y fragmentadas. Elige el modelo de los ”diarios íntimos”, que le permite improvisar sobre cualquier tema utilizando su propia experiencia visual. Los diarios, además de contener datos exactos, encierran datos que son producto de la imaginación. De esta manera el diario es un modelo ideal para la narración pseudorrealista, llena de significados evidentes, ocultos o bien absurdos. El objetivo de Mamsikov es principalmente experimentar las posibilidades de la pintura como medio. Los temas de sus pinturas son generalmente muy directos y sin connotaciones complicadas. La suave y brillante silueta de los automóviles cubiertos de nieve ha sido la fuente de inspiración de su último ciclo de pinturas Niveolas (2005). Deja grandes áreas sin cubrir, el blanco de la tela aflora recordándonos la nieve y crea de esta manera una cierta incompletud. Como el mismo artista menciona: “no soy conductor, viajo en taxi por la ciudad nevada. No han limpiado la nieve este año. Es la revolución, así que reina la libertad total. Estamos parados, hay un embotellamiento y oigo que el taxista me dice ‘mira, están vendiendo Niveolas por ahí...’ ”Pinté por primera vez un automovil nevado en en el año 1994. Era un auto estrellado contra un poste de luz, una calle nocturna, la luz… todo respondía a la atmósfera depresiva que reinaba por esos días. Ahora en Kiev abundan los coches extranjeros caros . ¿Es eso bueno o malo? A quién le importa.” Mamsikov simplemente registra objetos, objetos de culto que se transforman en formas abstractas luego de una nevada. No pinta paisajes urbanos, sino naturalezas muertas con objetos muy caros. Espejo de plastilina Si bien podríamos decir que la pintura de Tsagolov se parece a una pelicula, el trabajo de Mamsikov Downtown (2004) se asemeja a los dibujos animados. Es principalmente conocido por sus instalaciones pictóricas, donde mediante objetos manualmente construidos y ensamblajes, crea una situación dinámica conectando todos los componentes y las diferentes obras. Downtown es en definitiva una construcción combinada donde aparecen figuras de plastilina, de unos 25 cm de alto, representando escenas industriales, en detalles de interiores, creando así una pintura tridimensional. Todo el complejo parece monitoreado por una cámara de seguridad. Mamsikov explica que convertirse inesperadamente en escultor, fue en parte una motivación relacionada a la inestabilidad existente en la sociedad, en la cual parece que los cambios de profesión más que una excepción, son una norma. Su objetivo fue reconstruir el mundo de las nuevas oficinas ucranianas tridimensionalmente. Las figuras están dispersas por toda la sala conectadas por intermedio de líneas dibujadas en el piso. No sólo es posible percibir el trabajo empírico del autor sino además, la fuerte influencia que en él tiene la cinematografía. Sus personajes son básicamente gente común, ocupada en su quehacer cotidiano. Tal vez, por esto mismo, a diferencia de Tsagolov, no intenta seducirnos con un producto muy terminado, o espectacular. Este proyecto no se caracteriza por ser una fuerte crítica social o una parodia. La parodia y el humor sin embargo, son inseparables de él. Emergen automáticamente del tamaño y la hechura naïf, casi escolar, de estas pequeñas figuras de plastilina. Otros medios como la fotografía podrían convertir estas escenas en una imagen publicitaria. Esto no parece una amenaza para los endebles ensamblajes y figuras de plastilina de Mansikov, y tal vez responden mejor a su propia actitud en relacion a la vida cotidiana. Hoy en dia podemos utilizar cualquier tipo de medio para contar cualquier tipo de historia, aunque seguramente la mejor solución sea la imagen cinética. Es sin embargo obvio, que para estos tres artistas la elección de un medio más arcaico, como puede ser la escultura o la pintura, es la forma más atractiva para representar la realidad de la vida cotidiana. Para muchos artistas ucranianos, el realismo es la forma que mejor responde a sus intentos por registrar su entorno. La mayoría prefiere estas formas estáticas de representación a formas más radicales o gestuales, que podrían considerarse como un discurso político. Parece ser una constante para todo el arte contemporáneo ucraniano, protestar contra el régimen justamente rehusando incluir en la obra cualquier tipo de contenido político, y buen ejemplo de esto son los trabajos anteriormente citados. Parece difícil negar que la pintura figurativa ucraniana tiene fuertes raíces en el realismo socialista. Mamsikov, Tsagolov y Kozhukhar recibieron una educación pictórica tradicional que no ha cambiado practicamente en Ucrania en los últimos cincuenta años. A ellos no les interesa relatar historias reales o creíbles, sino reflejar de forma legíble su propia realidad. Traspasar los limites del realismo para crear una adecuada simulación estética.
01.03.2005
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04.02.2020 10:17
Letošní 50. ročník Art Basel přilákal celkem 93 000 návštěvníků a sběratelů z 80 zemí světa. 290 prémiových galerií představilo umělecká díla od počátku 20. století až po současnost. Hlavní sektor přehlídky, tradičně v prvním patře výstavního prostoru, představil 232 předních galerií z celého světa nabízející umění nejvyšší kvality. Veletrh ukázal vzestupný trend prodeje prostřednictvím galerií jak soukromým sbírkám, tak i institucím. Kromě hlavního veletrhu stály za návštěvu i ty přidružené: Volta, Liste a Photo Basel, k tomu doprovodné programy a výstavy v místních institucích, které kvalitou daleko přesahují hranice města tj. Kunsthalle Basel, Kunstmuseum, Tinguely muzeum nebo Fondation Beyeler.
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